domingo, 19 de enero de 2014

ERIC SARDINAS: El country nunca muere

“Sticks & stones”, ¿Gran disco o una excusa para directo?

Hace 3 años apareció en el mercado del quinto disco de Eric Sardinas, aunque es el segundo si tenemos en cuenta que ahora vienen firmados bajo el nombre de Eric Sardinas & Big Motor.

El trío nos ofrece una buena sesión de blues y rock con toques  de country, y sobre todo una intensidad increíble teniendo en cuenta como está la música en estos momentos, aunque, todo sea dicho, dicha intensidad ha sido menor que en otras entregas. No hay nada original en el disco, nada que no se haya escuchado antes, pero la manera de entender el blues por parte de Sardinas es de lo más explosiva. Y sí, no hay duda de que Steve Ray VaughanJohnny Winter y Jimi Hendrix son el espejo de lo que escucha Sardinas.



El disco abre con Cherry wine, Comenzamos con un blues muy potente, y eso que el sonido limpio de su guitarra hace presencia sin que aparezca asomo de distorsión. Excelente la base rítmica de Price y Frazier en un tema rítmicamente muy complejo.

Al final del disco encontramos temas como Too many ghosts. El disco termina con esta hermosa balada country rock que evoluciona en un estudiado crescendo. Arpegios de guitarra limpia se mezclan con el Slide mientras Sardinas canta de una forma muy melódica. Cuando entra el grupo al completo lo hace con fuerza, pero sin perder la belleza y sentimiento. Toda una obra de arte y una manera sorprendente de cerrar el álbum.

 “Sticks & stones” tiene una gran virtud y un gran defecto. Es pegadizo, intenso y tiene momentos magistrales. Pero algunos temas pecan de excesiva sencillez. Por otra parte, quien haya asistido a sus incendiarios directos sabrá que lo escuchado en los discos no es más que una base sobre la que Sardinas improvisará hasta la saciedad, haciendo partícipes a los asistentes. Por tanto, la excesiva sencillez de este álbum no es indicativo alguno de que Eric Sardinas & Big Motor estén en medio de un bajón creativo ni mucho menos. Los tres tocan a un nivel alto, hay una buena compenetración a la hora de los coros y el trío no ha acusado el cambio de baterista. Suena más bien a jugada de discográfica, un intento de abarcar a más público, acercándose ahora a los fans del country o del rock clásico  a  lo Rolling Stones o  Bruce Springsteen.

El hecho de haber creado un disco de menor calidad  respecto a anteriores entregas siendo conscientes de que lo pueden hacer mucho mejor, debiera ser algo criticable. La actitud de Eric Sardinas ante la música es la de darlo todo sobre el escenario, por lo que grabar un disco es más bien el precio a pagar por poder actuar en todo el mundo.

Get Down To Whiskey. Directo del 2010 para la televisión. Apartir del minuto 5 podemos ver una de las brutales improvisaciones de Eric Sardinas.

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